Andrés la miró con hostilidad:
—¿No has descansado lo suficiente después de un largo día en el hospital? Si no te lo hubiera pedido, ¿no volverías aquí?
Luna no entendió por qué estaba tan enojado. Su tono de voz sonaba como el de un padre reprendiendo a su amada hija por llegar tarde a casa. En realidad, la diferencia de edad entre Andrés y Luna no era muy grande. Él era mayor que ella por unos ocho años aproximadamente. Desde que eran muy pequeños, él siempre se preocupaba demasiado por ella. Incluso cuando ella regresaba de la escuela, si llegaba a casa una hora tarde, siempre le preguntaba en detalle qué había hecho durante el día.
Desde joven, Luna estaba muy enamorada de él. Le confesó abiertamente sus sentimientos varias veces, pero siempre fue rechazada. Él decía que solo podían tener una relación de hermanos. Al principio, él la trataba con total disgusto. Incluso cuando había chicos cerca de Luna, él no permitía que se acercaran demasiado, evitando así que tuvieran una relac