Despacho del Rector

Albert y la enfermera Rodríguez hablaban a diario mientras él estaba postrado en cama, ella sonreía mientras la miraba perdido, lograron establecer una gran amistad después de todo. Un par de días después, Albert estaba mejor de lo esperado, sabía que debía ir hasta el despacho del rector, le pidió a la enfermera Rodríguez que lo acompañará, ella accedió de inmediato, Albert al oír su respuesta se alegró, para poder salir debía cambiarse ya que todo este tiempo la clínica le brindó vestimenta propia de un paciente, debido a las heridas y la sangre habían quitado sus prendas, ahora estaban todas limpias, al salir de la habitación vio que la enfermera lo esperaba con ansias pero al verlo su expresión facial cambió rápida y drásticamente por una de desprecio, asco y cólera, ella se dirigió a su escritorio molesta, cogió un bolígrafo y papel, apuntó la ruta por la que Albert debía ir

"Lo siento, tengo mucho trabajo por hacer, no podré acompañarte" 

Le dijo de manera educada, fingiendo sus emociones y una voz dulce, pero ella en realidad estaba enojada por haberse sonrojado en varias oportunidades mientras estaba con él, sentía asco por él, 'la señorita estaba tan entusiasmada al principio pero al verme cambiado, ella simplemente me evitó ¿Qué hice para que se enojara?' era tan confuso y frustrante, notó que algo no andaba bien y lo trataban mal, salió cabizbajo de la clínica y mientras se dirigía al despacho del rector miraba la universidad lleno de ilusión mientras caminaba, ya que al estar inconsciente no había visto nada, pero al mismo tiempo se decía que tendría muchos días para eso, llegó rápido a la puerta de la oficina del rector, se armó de valor y tocó la puerta, desde adentro oyó una voz que le dijo

"Pase, por favor, esta abierto" 

Ya dentro no podía evitar ver los libros y las decoraciones del lugar. Estaban perfectamente ubicadas, para Albert esto era magnífico, nunca antes había visto tantos libros juntos, era muy hermoso tener ante sus ojos tal cosa magnífica. Cuando el rector lo vio, se dijo para si 'ya veo, ahora tiene sentido, solo golpearon a un pobre diablo ¿Qué demonios hace aquí? El lío que han armado fue solo por alguien que es equiparable con basura, creí que sería alguien importante, me equivoqué' lo miraba con desprecio, la oficina era cada vez más tensa y menos acogedora, tan pronto como Albert vio al rector sintió que no era bienvenido y el rector no quería verlo, era evidente y esto lo molestó bastante, después de todo no fue él quien decidió que debía ir hasta allí, era tan extraño porque no había experimentado rechazo en su pueblo, los guardias, la señorita y ahora el rector lo miraban con desprecio y asco. 

"Dígame!¿Qué hace usted en mis instalaciones?" 

Esa pregunta incómodo aún más a Albert, estaba nervioso y sin decir una palabra, puso sobre su escritorio los documentos que debía presentar para ser oficialmente reconocido como estudiante de esa universidad, era algo simple en realidad.

"Nuevo alumno" 

 Le dijo Albert tembloroso, al mismo tiempo el rector lo miraba con desprecio, una mirada penetrante paralizó a Albert después de verlo a los ojos. Este se levantó molesto de su escritorio y sin decir nada se dirigió a la puerta, la abrió y dijo

"Por favor retirese de mi oficina y diríjase a la oficina de Procesos de Admisión, es un asunto que no me compete"

De alguna manera Albert encontró coherente la justificación del rector pero su rechazo lo hacía menos creíble, cogió sus documentos y se marchó, talvez él sólo quería evitarlo y echarlo pensó. El rector dentro de su oficina encolerizado por todo lo que había sucedido, el revuelo que el asunto había causado y al recordar que se vio obligado a despedir a los dos guardias que habían golpeado a Albert, casi le da un ataque de ira, porque Albert no era más que un simple pobre diablo, sabía que si no lo hacía la comunidad educativa organizaría una marcha, 'si tan solo vieran al muchacho al que golpearon, todos estarían de acuerdo conmigo, solo es un pobretón, me gustaría no tenerlo aquí, sin embargo, será una forma de vengarme de los estudiantes y él, por defender a alguien que no conocen, son todos unos hipócritas, solo quieren sacarme del cargo, realmente quiero echarlo, dañará la reputación de esta universidad, esta universidad no debería aceptar gentuza, aunque no podría hacer que realmente lo echen hoy' se dijo colérico. 'le pondré muchas trabas para que no sea fácil conseguir amigos, en realidad creo que ellos se encargarán de eso, trataré de expulsarlo de esta universidad, moveré mis influencias y lo sacaré de mi universidad, solo es un pobre diablo, un miserable que no tiene lugar aquí' se decía mientras sonreía de una forma espantosa, era como ver a un psicópata. La fama de Albert había subido conforme pasaba el tiempo, el estudiante misterioso era toda una celebridad, todos querían conocerlo de alguna u otra forma. Albert fue a la Oficina de Procesos de Admisión, molesto por todo lo que estaba ocurriendo.

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