Liz mira hacia atrás, donde Liam está sentado en el sofá, y reflexiona, pensando en todo lo que Luiza le ha dicho. Se cuestiona si eso es verdad o si Luiza se está volviendo paranoica debido a la enfermedad. Últimamente, Luiza ha estado quejándose mucho, y Liz lo ha observado. Ahora, le resulta difícil a Liz opinar sobre si su hermana tiene razón o si es solo cosa de su cabeza. Después de casi una hora, el almuerzo está listo, y Liz ayuda a Luiza a poner la mesa. Los niños, que estaban jugando en la sala, corren hacia el comedor al sentir el olor de la comida. Liz va hacia Liam para llamarlo a almorzar.
— Vamos a comer bien, porque solo irán al parque si comen. — Liz dice a los niños, colocándolos en sus sillas.
— ¡Hmm! ¡El olor es genial! Solo por el olor, sé que la comida está maravillosa. Hoy me daré un festín y comeré bastante. — Liam habla, sentándose a la mesa.
— Aquí solo sirvo para cocinar de verdad. Por lo que estoy viendo, no sirvo para otras cosas. — Luiza dice, soltando un