Había estado haciendo amistad con el hombre que lo cuidaba desde hacía tiempo, y ese hombre, que ayudaba a Jack, estaba dispuesto a ayudarlo en una fuga. Podía cometer muchos crímenes, pero jamás uno relacionado con niños. Estaba viendo que su jefa quería sobrepasar los límites, y eso era algo con lo que no podía estar de acuerdo. Quería ayudar a Jack como pudiera, para que ese crimen terrible no ocurriera. Era algo completamente fuera de lo común, y hasta para un delincuente era algo inescrupuloso. Así se sentía el hombre que estaba allí para ser el verdugo de Jack, y sabía que Acácia no estaba bromeando, que iría hasta las últimas consecuencias para conseguir lo que quería. Y lo que ella deseaba era quedarse con Jack solo para ella. Pero él, aunque fuera un delincuente, tenía familia e hijos, y no podía permitir que eso ocurriera.

Dos días fue el tiempo que el hombre tardó en planear y sacar a Jack de ese lugar. Cuando Acácia salió esa mañana para trabajar, el hombre aprovechó y pus