Beatriz, Luiza y Liam se quedaron conversando en la sala de espera, pues sabían que en la UCI Neonatal no podrían entrar tantas personas a la vez. Esperarían a que los padres de los bebés tuvieran su turno de ver a los niños antes de entrar. Mientras conversaban distraídamente, una persona entró en la sala, preguntando por Lis. Esto causó un gran asombro en Beatriz, quien se giró rápidamente al ver quién era.

—¿Qué haces aquí? ¿Cómo descubriste que Lis estaba en este hospital? No eres bienvenido aquí, Samuel. Ya te dije y dejé bien claro que no te quiero cerca de Lis. Ahora, aún más con mis sobrinos naciendo, ella no te necesita. No necesita a ningún hombre. Solo necesita a mis sobrinos para estar completa y feliz. No sé cómo tienes el descaro de venir aquí, siendo que traicionaste a mi hermano por la espalda. Es un disparate lo que estás intentando hacer, y no pienses que lo voy a permitir. A partir de ahora, acabas de ganarte una enemiga. —Beatriz dijo con firmeza, aún sin creer en