Al amanecer del día siguiente, la sede de la federación del camino marcial ya estaba abarrotada de gente, un bullicio extraordinario.

Desde que se difundió la noticia del desafío de Pedro a Ricardo ayer, todo el mundo marcial estaba alborotado.

Clanes y luchadores de todos los rincones se congregaron, todos querían ser testigos de este enfrentamiento épico.

El nombre de Pedro, el joven gran maestro, ya resonaba en todo el ámbito marcial místico de Ciudad Uarte.

Ya fuera su participación en el congreso de la vía marcial, su victoria sobre Omar, o su impresionante actuación en Schwarzwald, todas sus hazañas se habían convertido en leyenda y se difundían ampliamente.

Innumerables jóvenes guerreros veían a Pedro como un ídolo, un objetivo a alcanzar.

Y qué decir de Ricardo.

Campeón de artes marciales de Ciudad U, el número uno en el mundo del arte marcial místico, y el líder supremo de toda la federación del camino marcial.

Cualquiera de sus títulos era suficiente para intimidar a cualquie