¿Este tipo, acaso es un monstruo?
—¡Te toca a ti!
Pedro levantó la cabeza bruscamente, su mirada feroz atravesaba a Tenmei, que temblaba.
—Sr. Pedro, podemos hablarlo, no hay necesidad de llegar a las armas, tu mujer, te la devuelvo, me iré ahora mismo y nunca más apareceré frente a ti.
Tenmei, en pánico, empezó a hablar suavemente en señal de sumisión.
Había planeado cuidadosamente, preparando a más de veinte guerreros fuertes, pero aún así no pudieron detener un solo golpe del oponente.
¡Este hombre es realmente aterrador!
—Desde el momento en que empezaste a secuestrar gente, estabas destinado a morir, hablar ahora ya es demasiado tarde.
Pedro, con el rostro impasible, levantó lentamente su espada.
—¡Detente!
En ese momento, un grito furioso resonó en la entrada.
Acto seguido, Jorge y un grupo de soldados armados entraron con ímpetu.
Carmen, Modesto y otros estaban entre ellos.
—Llegaron justo a tiempo, estas personas de País JW intentaban secuestrar a Pilar, a los que deben captura