Punto de Vista de Bill
En el pasado
Recordaba ese día como si hubiera sido ayer. Una niña pequeña y yo nos divertíamos construyendo nuestro castillo de arena, totalmente perdidos en nuestro propio mundo. El sol brillaba, las olas estaban tranquilas; era el escenario perfecto.
De repente, aparecieron unos bravucones, riéndose y pisoteando todo como si fueran dueños del lugar. Sentí un enojo profundo, pero sabía que debía intervenir.
"¿Les parece divertido arruinar lo que hicimos?" Pregunté, tratando de sonar decidido.
Un chico alto con una sonrisa burlona me miró de arriba abajo y dijo: "Mira quién habla, gordito."
La niña me lanzó una mirada preocupada, pero le indiqué con un gesto que se quedara atrás.
Traté de mantenerme firme. "Solo déjennos en paz," insistí, esforzándome por aparentar valentía.
Pero simplemente se burlaron. "¿Qué pasa, vas a llorar ahora?" Preguntó otro, y todos rompieron a reír como si hubieran escuchado el mejor chiste de sus vidas.
La vergüenza me invadió, pero