Punto de vista de Serena
—¿Has notado algún cambio desde nuestra última sesión? —Preguntó Giovanna, con voz tranquila y familiar mientras me observaba desde el otro lado de la habitación.
Hice una pausa, pensando en los últimos días.
—Un poco —admití, jugueteando con el borde de mi manga—. Las pesadillas no son tan intensas, pero siguen ahí. Y durante el día, todavía siento esa ansiedad... como si siempre estuviera esperando que algo saliera mal.
Giovanna asintió con una expresión pensativa. —Eso es un progreso, aunque no parezca mucho. Es importante reconocer los pequeños pasos.
Esa era apenas mi segunda vez con Giovanna, la terapeuta que Bill me recomendó. Había comenzado a verla todos los martes y jueves. Su consulta privada era tranquila y acogedora, justo lo que prefería.
Trabajar con Giovanna había sido una buena experiencia hasta ahora. Era tranquila y paciente, nunca me sentía apresurada cuando hablaba con ella. No me presionaba demasiado, sino que me guiaba suavemente a través