Una esposa para el conde. Capitulo 23
Vanessa no daba crédito a las palabras de su madre. Podía ser una mujer complicada y exigente, pero jamás imaginó que buscaría lastimarla de aquel modo, renegando de ella.
—Madre… —musitó, intentando acercarse—. No puede bromear con algo así solo para lastimarme. ¿Qué está diciendo? Si es porque el conde aún no ha pedido mi mano, hablaré con él, pero no vuelva a decir un disparate como ese… —suplicó con la voz temblorosa.
—No me vuelvas a llamar de esa manera y déjame sola.
—Pero, madre… —insistió Vanessa.
—¡Que no soy tu madre! ¡Y ya vete! —ordenó la mujer cuyo llanto no menguaba.
Vanessa salió del saloncito con el corazón martilleándole el pecho y se dirigió al despacho de su padre, donde lo encontró precisamente con el duque de Lancaster, quien frunció el ceño al verla tan descompuesta y se puso de pie inmediatamente.
—¿Se siente bien, milady? —indagó Arthur.
Ella negó con la cabeza y sin poder dilatar el asunto, se volvió a su padre.
—Necesito hablar con usted, padre…
—¿Qué modale