Manizales- Colombia.
Los médicos trataban de hacer todo lo posible, por salvar la vida de aquel hombre que llegó muy malherido, después de haber sufrido un terrible accidente de tránsito.
—¡El paciente se nos va doctor! —exclamó una de las enfermedades que revisaba el monitor cardíaco, al momento que los signos vitales empezaron a decaer. De inmediato comenzaron con resucitación artificial, emitiendo descargas al corazón de ese hombre.
Mientras tanto en la sala de espera, su hijo se encontraba con sus codos apoyados en las rodillas, su cabeza inclinada y sus manos detrás de la nuca. Solo como siempre, esperaba noticias sobre la salud de su padre, entonces una voz bastante conocida lo sacó del trance en el que se encontraba.
—¿Cómo está mi papá? ¿Qué pasó? —preguntó Joaquín que llegó agitado, y angustiado por la salud de Miguel.
Carlos como siempre con su gélida mirada o
**** Ahora ya sabemos por qué el duquecito no llegó. ¿Quiénes confiaban en él?