21. Niclorítofina.

Mis ojos van de Frank a Sahori y de Sahori a Sanarty, esta última tiene un vestido rojo (el típico vestido de diosa que siempre usa) pero esta vez está rasgado y muy dañado, aunque es rojo se nota manchado de sangre, y las partes blancas del vestido como las mangas y el cuello estan teñidas de rojo también. 

—Sanarty —digo con voz fuerte pero ella solo ríe. 

—Alexander, mi querido y estúpido Alexander, ¿Qué haces aquí?¿Buscando a tu doncella? —La ironía en su voz es clara. 

—¿Dónde está Jessie? 

—¿Quieres ver a tu amiguita?Pues entra ahí y mirala, nadie te detiene. 

Cruza los brazos sobre su pecho y puedo ver su mirada retandome cada vez más. 

—¿Qué le hiciste? 

Hace una mueca de inocencia falsa —¿Yo? Nada, claro que no le he hecho nada, no tengo el corazón tan dañado para hacerle algo malo a alguien. Pero Jessie sí. 

Me quedo helado ante lo último que dijo y procedo a entrar a la

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