La desnudo con la mirada

—¡Selene!— menciona su nombre, pero la chica no regresó, se ha marchado

—¡Deja que se vaya! No la necesitas— se acerca para besarlo, pero Massimo se hace a un lado

—no debiste burlarte de esa manera, Tatiana

Ella hace un gesto de disgusto. —¡Ay no empieces! personas como ellas, son unas perdedoras, por cierto, no te pierdas mi modelaje, estará a morir, serás la envidia de todos los hombres, ¿Me acompañaras, cierto?

—¿Tengo opción?

Tatiana sonríe. —no seas amargado mi amor, mas bien, aprovechemos que estamos solitos y vamos a tener sexo salvaje— le guiña el ojo, por lo que Massimo cae en sus encantos.

.

.

Selene sale de la empresa, está muy enojada, al subirse a su auto, conduce hacia su apartamento, uno normal, nada costoso.

Pero, para su sorpresa, su hermano Israel la estaba esperando. —¿Qué haces aquí?

—¡Cuidado como me hablas, soy tu hermano mayor!

—somos gemelos idiota, si vienes a fastidiar, mejor vete— se sienta en el sillón —¿Cómo carajos entraste a mi apartamento?

—soy un genio ¿Lo olvidas?— sonríe presumido —dime ¿Por qué llegas amargada en tu primer día de trabajo?

Ella hace silencio. —¿Acaso tu jefe te hizo daño?— pregunta y se sienta a su lado

—No—miente —solo... Otra cosa que me pasó, y tú no deberías invadir mi privacidad, si me vine para acá es para valerme por mi misma

—Selene, deja de ser tan amargada, soy tu hermano y nuestro padre me envió para asegurarse de que estés bien, sabes que eres su consentida

—¡Increíble! Con tantos hijos que tiene y no me descarta— bufó

—sigo insistiendo que algo malo te pasó, si fue tu jefe, dímelo, yo lo pongo en su lugar

—ya te dije que no fue él— suspira —Israel, por favor quiero estar sola, son cosas de mujeres que tú no entenderías

—entonces llama a nuestra madre, tienes confianza con ella

—¿Si la llamo, me dejaras en paz?

—por supuesto, solo venía a ver cómo estabas, tengo le jet privado esperando por mi en el aeropuerto, no entiendo que hacés viviendo en un apartamento como este, cuando puedes vivir en una suite presidencial

—¡No soy como tú! ¿Ahora, puedes dejarme?— lo mira fulminante

—esta bien pequeña hermana

—¡Carajo no soy pequeña! Y cuidado con estar con cualquier mujer, o si no, madre te deja sin pene

—¡Eso jamás! Necesito complacer a mis sumisas, me marcho, eres muy amargada— la abraza —te quiero, cuídate ¿Sí? Recuerda que si necesitas algo, no dudes en llamarme

—gracias hermano, yo también te amó, te amó— ella corresponde el abrazo con cariño, y luego se separan

—portate bien, recuerda que virgen hasta que te cases— Israel se marcha antes que la almohada que Selene le lanzó lo golpeara, afortunadamente alcanzó a cerrar la puerta

Ella sonríe débilmente, y lo peor de todo, es que Massimo no sale de sus pensamientos.

.

.

.

—buenas noches familia— saluda Massimo, los cuales ya están cenando

—llegas a tiempo cariño, tu padre está trabajando aún, pobre

—Miguel, pensé que estabas con mi papá— mira a su hermano intrigante

—estaba, pero me vine a casa, cenaré y luego me marchó, claro le llevaré la cena a papá, sabes que solo le gusta la comida de nuestra madre, es que con el nuevo lanzamiento, nos tiene con la soga al cuello

—no se preocupen, ya estoy consiguiendo nuevos compradores— Massimo toma asiento

—ya que hablas de trabajo ¿Cómo te fue con tu nueva asesora?— pregunta Anastasia, su madre

—creo que no va a regresar, tuvimos un pequeño inconveniente y dijo "hasta nunca señor Parrow" se fué, no regresó

—¿Y era linda?— pregunta Miguel

—no de mi agrado— Massimo se dispone a comer

—¡Calla tus palabras!— lo reprende su madre —no sabes lo que dices, esa chica es la mejor, así que si no quieres ver a tu madre enojada, la buscas y le pides disculpas

—¡Pero no hice nada!— Massimo frunce el entrecejo

—¡No me importa! Ella es un alma buena, y no merece que la haga sentir mal, la buscas, le pides disculpas y aprendes de ella, no quiero escuchar un no por respuesta Massimo, o si no te castigo

—ya soy mayor de edad, no me trates como un niño

—¡Entonces compórtate como un hombre!— lo regaña y sus hermanos se ríen por lo bajo, por lo que Anastasia mira a sus hijos fulminantes y todos retoman su compostura, saben que su madre estando enojada, es la peor pesadilla para ellos

Terminaron de cenar, y Massimo no sabe qué hacer, necesita solucionar su situación con su asesora, asignada por su madre.

.

.

.

Selene está comiendo una ensalada de frutas, mientras mira una película de romance, la cual se llama 365, ya va por la segunda parte, y casi no ha tenido tiempo para terminarla, pero tocan el timbre, lo cual se le hace extraño.

Ella camina hacia la puerta y la abre, al ver a Massimo, su corazón se acelera.

—¡Carajo!— exclamó él mentalmente al verla con una bata de dormir

—¿Qué haces aquí?— pregunta ella tratando de ser ruda y ocultando sus nervios

—necesito que hablemos— pidió tratando de ser amable

—fíjate que estoy muy ocupada— ella fue a cerrar la puerta, pero Massimo ingresó rápidamente —¡No puedes ingresar a mi apartamento! ¡Eres abusivo!

—comiendo frutas y mirando pornografía— se burla de ella

—¿Qué?— se sonroja, al ver la pantalla de su televisor plasma, dónde está la escena, dónde los protagonistas tiene sexo como conejos salvajes

Ella corre y apaga el televisor muy avergonzada. —¡Vete de mi casa!— señala hacia la puerta

—el sexo es algo normal ¿O no?— la mira de pies a cabeza, ella sintió literalmente que Massimo la desnudo con la mirada, por lo que traga grueso

—sé defensa personal, si no te vas, tendré que darte una golpiza, sal de mi apartamento, porque no eres bienvenido

—quiero disculparme contigo, Tatiana suele decir lo primero que se le viene a la cabeza

—¡No me importa ella! Si trabajo contigo, muchos se van a burlar de mí, y tú no tienes los pantalones bien puestos para defenderme, por tal motivo no quiero trabajar con un hombre como tú

—deja de gritar, deja el drama Selene, me disculpo ¿Contenta? Te espero mañana a primera hora

—¡No!— dijo con firmeza —estás aquí porque estoy segura que tú madre te lo ordenó, de lo contrario, no estuvieras aquí, eres un hombre insoportable, así que mañana, espera mi carta de renuncia

—¡Carajo! No me das opción ¿Qué quieres a cambio de regresar a trabajar conmigo?

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo