35. El video es real
— Amelia… no puedes estar hablando en serio — replicó Cristóbal después de largos segundos en los que ambos se quedaron en completo silencio. Durante todo ese tiempo, él la miró con gesto incrédulo.
Amelia bajó la mirada, y jugó nerviosa con sus dedos antes de hacerle frente y fingir ser alguien que no era.
— Este matrimonio ya no tiene sentido, Cristóbal. Yo ya conseguí un corazón y…
— No, no, espera, no sigas, no sigas, por favor — le rogó, desconcertado.
— Cristóbal…
Pero él continuó negando.
— ¿Estás vengándote? ¿Es eso? — quiso saber, ya desesperado — ¿Estás vengándote por lo despiadado que fui contigo todo este tiempo?
— Si eso te hace sentir mejor — respondió Amelia, encogiéndose de hombros, mostrándose completamente indiferente, aunque en el fondo sentía que iba a desfallecer.
Dios, ¿Qué estaba haciendo? Pensó para sus adentros, con profundo dolor.
— Nada de esto puede ser cierto. Tú no eres así. Yo estaba confundido respecto a quién eras, Amelia, yo…
— No, yo te confundí. Ah,