STEVEN
Entro en el hospital seguido por mi amigo y pido que me indiquen cómo llegar al área de ginecología.
María me acaba de mandar un mensaje, Olivia está a punto de hacerse la ecografía y no quiero perderme el primer encuentro con el que podría ser mi hijo.
Fuera de la consulta del médico oigo un sonido rítmico y cadencioso, como el tamborileo de un tambor, y acerco la oreja a la puerta para escuchar, fascinado y emocionado, el pequeño corazón del bebé que late con rapidez.
Nadie me da permiso para entrar, pero lo tomo, no me perdería este momento por nada del mundo, y entro con decisión sin llamar.
El médico que realiza el examen levanta la vista, sorprendido.
—¿Quién es usted? —pregunta, molesto, lo sé por su tono y su ceño fruncido.
Miro sus manos sobre el cuerpo de Olivia, no la tocan, solo la rozan, pero me sigue molestando.
Es un hombre guapo y esto podría ser un problema porque mi posesividad hacia esta mujer, me doy cuenta ahora, no ha disminuido en absoluto.
—Soy el papá d