Narrador Omnipresente —Salvador… —Annie lo llama, mientras su mente elabora un nuevo plan—. ¿Crees que, así como puedo proyectar las fantasías del inconsciente, también sea posible hacerlo con sus temores?Él la observa detenidamente, tomándose un momento antes de responder. Hay algo en la mirada de Annie, una chispa peligrosa y decidida, ese destello que en ocasiones ha visto en Mara. Mueve la cabeza, negando con una sonrisa.—Definitivamente, la sangre de tu madre corre por tus venas —suspira—. Y, respondiendo a tu pregunta, sí, creo que es posible. Mi cuñada ha usado esos temores para doblegar a mi hermano… Cada vez que quiere tenerlo a sus pies.Annie guarda silencio por unos segundos, sus pensamientos analizan esa nueva posibilidad.—No pensé que mamá fuera tan cruel… —murmura, dejando escapar una sonrisa burlona—. Aunque, si eso le ha servido para mantener a papá a su lado, como dicen: "en el amor y en la guerra todo se vale".De pronto, chasquea los dedos. La ropa que vestía d
Ann empieza a construir la ilusión, adoptando el rostro de la madre de Anteo.—Hola, hijo. Veo que sigues siendo un ser maligno. Fuiste un niño muy malo y ahora eres un hombre cruel —le dice, mostrando la figura de Celeste, su voz impregnada de reproche—. Tu corazón está tan podrido como el de tu padre.—¿Qué demonios es esta maldit4 ilusión? —ruge el usurpador del trono de Poseidón, acercándose con furia y sujetándola bruscamente del cuello—. ¡Tú estás muerta! Yo mismo te asesiné.Ella sonríe de medio lado, manteniéndole la mirada y desafiándolo.—¿Eso creíste? ¿De verdad pensaste que no aprendí a defenderme? —aprovechando un descuido, desaparece de su vista y aparece como una sombra detrás de él—. Fueron muchos años junto a tu padre. Aprendí a ser invisible, rápida y astuta —se ríe con malicia, saboreando cada palabra que lo empuja más cerca del abismo de sus propias frustraciones.Anton se gira, y la observa de arriba abajo. Tanto tiempo sin verla, que casi ha olvidado su rostro… p
Narrador Omnipresente.—No te voy a dejar sola —grita Ann al escuchar a Júpiter.Ella sabe lo testaruda que es Annie, y convencerla no será tarea fácil.—Te aseguro que no lo estaré —dice desapareciendo en milésimas de segundo y reapareciendo con dos jóvenes parecidos a Anteo.Ellos son los hijos mayores de Poseidón, nacidos de otras de sus esposas, y con el derecho a reclamar el trono.Ann percibe que su aura es la de seres de luz, pero también siente que están atrapados dentro de sus cuerpos. Comienza a buscar el origen del veneno de la daga, dándose cuenta de que proviene del tridente de Poseidón.El artefacto se encuentra en poder de Jarek. Annie se acerca a los chicos, con la mirada fija en la imagen mental que tiene del tridente. Al tomar las manos de ambos, solo con el más joven siente la energía y el llamado del arma. Sin dudarlo, se teletransporta al lugar donde está.Su corazón late a mil, temerosa de que Jarek la descubra, pero debe arriesgarse; es la única manera de ganar
P.O.V. MaraSé que quizás me queme en las llamas del infierno por aprovecharme del momento de caos para saber hasta dónde está dispuesto a llegar por mí Zadquiel.Sin embargo, debo decir que no tuve otra opción. Tuve que convertirme en una asquerosa y maloliente rata para no ser descubierta.El ambiente aquí está lleno de una tensión silenciosa, tan intensa que podría escucharse la caída de un alfiler a kilómetros.No he podido comunicarme con nadie; todas las comunicaciones han sido bloqueadas. Aunque, para ser sincera, creo que es lo mejor.No deseo poner en riesgo a ninguno de los míos.Con esta nueva apariencia, puedo moverme a través de los ductos y cualquier espacio pequeño del inframundo.Debo ser extremadamente cuidadosa, ya que las ratas no son muy apreciadas y puedo terminar siendo la comida de Cerbero, el perro de tres cabezas que siempre acompaña a Hades.Por suerte, he logrado acercarme a la jaula donde tienen a mi yerno y a su amigo prisioneros. Ambos están gravemente he
P.O.V. Arón Taylor Llegué hace un par de días a Canadá. He visitado algunas de las manadas. Me encanta llegar de improviso, merodear por sus alrededores y observar su funcionamiento. Así no pueden ocultar lo que sucede dentro de ellas. Destino bastante presupuesto para que todos estén bien. Como Alfa debo ejercer mi liderazgo en todos los campos, llevando a mi pueblo de la mano. Para mí, no existen los rangos por tradición. He luchado para que eso cambie. Que sean los méritos y talentos los que primen, pero como siempre, el puto concejo mete sus narices. Las manadas necesitan líderes de mente abierta, dispuestos a jugársela por su pueblo, que no discriminen y brinden oportunidades. Sin embargo, hay algunas que siguen considerando a los Omegas inferiores y a los humanos débiles, despreciándolos y negándose a aceptarlos. La diosa Luna es implacable ante los rechazos de sus destinados. Si tengo que reemplazar a los líderes completos de una manada, lo hago sin dudar. El c
P.O.V. ANNIE BECKERMi mente es un completo caos. Un laberinto de pensamientos confusos donde sobresale una imagen: la sonrisa serena y la mirada profunda de unos ojos azules que me atraviesan el alma.Sé que estuve casada… lo sé porque en mi dedo aún llevo una argolla de matrimonio. Con el nombre de Jarek Ferguson. Y si eso no bastara, el registro civil lo confirma…Además, como si la vida no se cansara de recordármelo, la maldita de mi exsuegra y su hermana siguen siendo un grano en el trasero.Pero no tengo recuerdos claros. Solo momentos fugaces. No sé si fuimos felices, si nos amamos, si alguna vez me sentí segura entre sus brazos.Solo me llegan destellos: él jugando con mis amados perros, acariciándolos con ternura, hablándoles como si fueran parte de su alma.Yo, observándolo desde la distancia, sintiendo que quizá… solo quizá, alguien como él no podría hacerme daño.En mi mente está la imagen de esa maldita mujer, ella es una bruja completa, golpeando sin piedad a mis cachorr
Narrador Omnipresente: —¡Thor, malditø lobo! Sé que tuviste que ver ahí. Deja de jugar conmigo y responde —gruñe el Alfa, siendo ignorado por completo. ***Hace los negocios que tenía planeados, audita las manadas y realiza algunas recomendaciones, aunque hay una que lo tiene inquieto, cosas que no le cuadran, así que eso le llevará más días de los que tenía pensados. Debe investigar.Lennon le ha confirmado que Annie aceptó el cargo.Quisiera tenerla lejos, pero sí, en realidad desea neutralizar a su madrastra y evitar que Raiza y Reina se enfrenten con su madre, ya que ellas quieren arrancarle los ojos y lanzársela a los tiburones. Debe crear una alianza con la humana.Por su parte, Annie se realizó los exámenes y ahora debe seguir las indicaciones del médico para preparar su vientre para el futuro embarazo. Por ello, ha pospuesto su viaje mientras le realizan la inseminación.Arón está de un genio que se lo llevan los mil demonios.Su lobo es un bandido que, desde que vio a esa h
Narrador Omnipresente.—Oh… me pareció ver un lindo lobito —escucha esa voz tan femenina, tan endemoniadamente provocadora, que hace que Thor gruña de deseo. Oye pasos acercarse. El colchón se hunde apenas. —Dime, lindo lobito, ¿deseas que te ayude con tu problemita?Siente su mano acariciando su entrepierna. Un toque leve… pero devastador.Antes de que pueda decir algo más, Arón se incorpora, con los ojos llenos de deseo. Su naturaleza salvaje lo domina. Se lanza a besarla, con una necesidad primitiva, cruda. Sus labios se apoderan de los de ella con fuerza, sin delicadeza, sin freno. Es un beso cargado de necesida y desesperación.Arón recorre con sus manos sus curvas, explorando con urgencia. El fuego lo consume, y sin paciencia ni la más mínima sutileza, le arranca las prendas, dejándola solo con una pequeña tanga negra que apenas cubre lo esencial. Su mirada recorre esa piel azulada, brillante como la noche, esos ojos púrpura que lo han atormentado en sueños.—Uy… el lindo l