Capitulo 29.
La primera vez que tuve que sentarme en el comedor principal me sentí bastante incómoda, pero eso no se compara a lo que siento ahora que está el señor Massimo presente.
Puedo sentir su intensa mirada de vez en cuando y eso no me deja pensar en otra cosa.
Intente llevar el cubierto a mi boca y note mis leves temblores.
''No seas tonta, no te está mirando''-Me aseguro a mi misma, pero debo confirmarlo.
Levanté la vista disimuladamente y miro primero a Salvatore sentado frente a mí, después, de reojo veo hacía la dirección de su padre y efectivamente, el hombre no me esta mirando, y ya había terminado su desayuno así que rogué internamente porque se levantara de la mesa, pero no, le hace señas a Gladys para que le retire el plato y luego apoya los codos en la madera para entrelazar los dedos a la altura de su mentón.
-¿Me vas a contar que sucedió anoche?-Le pregunta de repente a su hijo.
-Padre-Responde calmadamente-¿Puedo terminar primero mi desayuno?. Deseo comer en paz.
-Tu comida pu