CAPÍTULO 47. Tú no quieres eso
CAPÍTULO 47. Tú no quieres eso
Alexa lo miró a los ojos y Scott se estremeció al ver en ellos un vacío tan grande. No podía explicar aquella extraña necesidad de verla a salvo y feliz. Tomó su mano y le hizo una señal de que lo siguiera.
—OK, lo que te voy a enseñar es alto secreto de estado —aseguró—. Nadie, pero nadie nadie conoce esto más que yo, ni siquiera Beast.
—¿En serio? —murmuró Alexa sin creerle.
—Ya vas a ver por qué.
Entraron al cuarto de juegos y Scott cerró la puerta con seguro. Apretó un botón en la parte trasera del mueble del televisor y Alexa vio cómo el panel se corría para dar paso a una entrada estrecha y oscura.
—¡Sí tienes un calabozo! ¡Lo sabía! —exclamó Alexa.
—Mucho mejor.
Scott entró primero y a su paso se iban encendiendo pequeñas luces con sensores de movimiento. Bajaron por una escalera de caracol, quizás unos seis metros de profundidad, y Alexa se quedó atónita al ver la hermosa luz azul que salía del medio de aquella... ¿cueva?
—¿¡Tienes una cueva bajo