CAPÍTULO 23. ¡Está bien, señoras y señores, ella está bien!
CAPÍTULO 23. ¡Está bien, señoras y señores, ella está bien!
Del pecho del CEO salió un gruñido corto y furioso y luego le habló al médico.
—Necesito hacer una llamada telefónica. ¿Puede ayudarme, por favor?
El doctor le prestó su teléfono y cinco minutos después Gerard Hamilton le respondía.
—Abuelo, necesito que vengas de inmediato. Sí, lo más rápido posible. Claro que pasó algo, siempre pasa algo... ¡Ah! ¡Y trae a Daniel, lo vamos a necesitar!
Pero por más que Scott protestó, el médico no lo dejó levantarse hasta que casi siete horas después, cuando su abuelo y Daniel Craig entraron por la puerta de su habitación.
—Sí, se llama "Alta Voluntaria" —rezongó Scott—. Yo la firmo, pero ya me voy, tengo a una loca que sacar de la cárcel.
Menos de veinte minutos después llegaban a la única estación de policía de la pequeña ciudad y Daniel se enredaba en una de las peores peleas verbales de su vida porque aquella gente era muy cuadrada y no querían liberar a Alexa por el asunto del robo del