CAPITULO 6. Un instante para el olvido
CAPITULO 6. Un instante para el olvido
Charlotte se levantó como zombi y se quedó sentada en la orilla de la cama, mirando alrededor, al pequeño cuarto en el que dormía desde hacía dos meses. El departamento no tenía ni una sola gota de lujo, pero al menos… al menos las goteras se remitían solo tres y por suerte no estaba lloviendo demasiado porque el frío y la nieve lo envolvían todo.
Con el poco dinero que ganaba ayudando a Liz con la limpieza, apenas le alcanzaba para pagar la comida básica y para comprarse un abrigo, unas botas, y un par de pantalones que pudieran resistir las bajas temperaturas de aquel invierno londinense. Después de eso ya no le quedaba para mucho más.
Se miró las manos a contraluz y vio cada uno de los callos que tenía. Ni siquiera se molestaba en quejarse, parecía que en los últimos meses sólo se limitaba a existir, comer, dormir y existir.
—¿Ya estás lista? —le preguntó Liz asomándose a la puerta y Charlotte asintió en silencio.
Las dos se habían acostumbrad