CURVAS DE INFARTO. CAPÍTULO 31. Una sesión de fotos
Chloe se volteó hacia él, sorprendida, exactamente igual que todos los demás en aquel estudio cuando lo escucharon.
—¡¿Disculpa?! Tú no puedes despedirme —bufó Claire con impotencia—. ¡La dueña de la marca es Odette!
Y como si la hubieran invocado