REGLA # 1. CAPÍTULO 31. Un conde a su servicio
Leon frunció el ceño porque aquella respuesta sí que no se la esperaba. Mariel se veía agotada y él solo quería gritarle a su madre que se fuera al diablo, pero en lugar de eso, Mariel le decía que no quería salir de allí.
—Hadita, te dije que no tienes