REGLA # 1. CAPÍTULO 28. El final de una paciencia infinita.
—¡Ah, Leon! —dijo Verena con tono emocionado, aunque su mirada traía intenciones calculadas—. Espero que estés satisfecho con el inversor que conseguí para ti.
La cabeza de Leon se levantó de golpe, con una expresión de incredulidad; y Mari