REGLA #1. CAPÍTULO 10. La Cofradía del Puño Cerrado
Leon tuvo que darse la vuelta, respirar y salir corriendo de allí, porque incluso con aquella dulzura de Mariel, la creía perfectamente capaz de aventarle unos billetes para que le bailara. Así que fue a pagar la cantidad obscena de dinero, luego l