ROJO PROMESA. CAPÍTULO 67. Un veredicto
Ainara contuvo el aliento, eso sí era algo que no se había esperado, quizás porque estaba acostumbrada a que el Senador Rosso siempre hiciera hasta lo imposible por ocultar cualquier rastro de su existencia o de su relación; así que a ella no le sorprendía pa