ROJO PROMESA. CAPÍTULO 50. Un secreto
Y no, el detective estaba seguro de que no tenía tanta suerte, pero la cuestión era que no podía dejar pasar ni una sola pista u oportunidad.
—Bueno, no soy una santa, pero aunque no le pueda dar la confesión que usted está esperando, quizás pueda arrojar algu