ROJO PROMESA. CAPÍTULO 30. Enemigos ocultos
La vio llevarse las dos manos a la cabeza y negar con desesperación. Era hermosa, incluso tan angustiada como estaba era la mujer más hermosa que Mauro había conocido en su vida y nada podía cambiar eso, como nada podía cambiar el hecho de que estaba enam