PELEAR POR TI. CAPÍTULO 19. Unos muchachos con permiso
No era un hombre de naturaleza impulsiva… o al menos eso creía, pero cuando se trataba de Adriana era como si todo su autocontrol desapareciera de repente. Se despidió del señor Keller haciendo un gesto con dos dedos en su frente, al estilo mil