Loan entró en aquella habitación y miró a todos lados menos a Ailsa. Era un lugar horrible para morir, pero Jhon se había equivocado al pensar que no tenía estómago para aquello.
Llegó junto a la mujer y le dirigió una mirada amenazante.
—Dime dónde está Danna —exigió.
Ailsa no se movió siquiera.