Loan la miró aturdido. Se veía cansada y pequeña. Había perdido mucho peso y eso que ya era delgada, pero era evidente que el último año había sido duro para ella. La abrazó con fuerza por un instante y tomó su rostro entre las manos.
—Escúchame muy bien, Danna. Vamos a salir de todo esto, tienes q