—Mamá... ¿de qué hablas? —susurró Zack y su madre levantó las cejas con un gesto sugerente.
—Hijo, tu padre fue uno de los banqueros más respetados de de este país por años, créeme que está acostumbrado a que la gente le mienta a la cara, pero nunca tan mal.
—Mamá...
—Ahórratelo, Zack, escuché to