De pronto se escuchó que se abría la puerta y entro un Harrison bastante alegre.
- Pequeña Zoe, ¿Cómo estas querida?
- Abuelo Harrison, me encuentro bien gracias. Justo estaba revisando estos libros que trajo Julián. – Zoe miro de reojo a Julián que seguía sonriendo coquetamente mientras le brillaban los ojos como si un niño pequeño estuviera pensando en travesuras para realizar.
- Quiero que comiences a leerlos y practicarlos cuanto antes. Mientras más pronto perfecciones tus poderes, será mejor para todos.
- Está bien, los leeré en mi tiempo libre. - <
>- Respecto a eso, estaba preguntándome si no preferirías dejar tu trabajo. – Harrison había pensado mucho la forma de abordar este asunto.- ¿Qué?, pero es un excelente trabajo, soy muy buena programadora y estoy en un proyecto bastante grande en este momento.- Si, lo sé, pero me preguntaba si lo dejaras y te vinieras a trabajar aquí al museo con nosotros. Tú eres excelente con las antigüeda