30 San Hades.
Macarena se removió incomoda bajo la atenta mirada de Hades, sabía que sentir vergüenza en este momento era estúpido, pero no lo podía evitar.
— Ve a otro lado. — pidió en un susurro y a Hades se le dio por reír a carcajadas, algo que por supuesto molesto a la latina.
— No es divertido. — lo regaño.
— No, por supuesto que no, pero es lo que tú has querido. — el reproche suplicaba salir y él solo lo dejo libre, causando el bufido de Maca.
— creí que ya estábamos en paz.
— Pues no Maca, el hecho que no nos dirijamos la palabra en un par de días, no quiere decir que ya todo esta como si nada, aun debemos hablar…
— De nada, no cambiare mi decisión… quiero lavar mis manos. — pidió ahora con suavidad, era odioso depender de alguien, aunque esa persona sea su futuro esposo.
— ¿Por qué rayos no llamaste a alguien para que te trajera al baño? — otro reclamo y Hades estaba rompiendo récord.
— Tu no estabas y no pienso pedirle a mi hermano o a alguien de tu familia que me ayude a orinar. — el as