Después de mi encuentro con Phillippe me siento vacía, moría por terminar en su cama, en las sillas de su sala de estar, en su escritorio, en el piso o en donde fuera, si el tenía buenas intenciones conmigo no íbamos a tener tiempo de consumarlas, ya casi se completa un mes de los seis que tengo como plazo para acabar con su vida y el solamente se mete más en mi corazón.
Al siguiente día en mi consultorio tengo mucho trabajo acumulado y ni cuenta me había dado, necesitaba relajarme del estrés que me provocaba la situación con mi señor, así que el trabajo en el consultorio me relajaría.
Llamo a mi secretaria y me pasa la agenda de hoy…
Mi primera cita es Rebeca, una chica muy joven, viene a denunciar abuso y maltrato físico y psicológico, viene a denunciar a su propio padre…
-Buenos días, Rebeca, mucho gusto soy Lizzie Brings ¿en qué puedo ayudarte?
-Hola, soy Rebeca, tengo dieciocho años, vengo a que me ayude a denunciar a mi padre, Rafael Parker.
-Cuéntame tu historia Rebeca, yo esto