INFIERNO
- Será mejor que te acompañe Hades, para guiarte hasta Hermes vamos.- Sugirió Perséfone.
Miré sus ojos castaños rojizos, se veían completamente agotados.
Todo por lo que había pasado estos últimos años, y todo había comenzado en ese bosque del que la había salvado.
Acaricié su rostro suavemente y sentí su cuerpo temblar con mi toque.
"Vuelve al castillo con Éaco Perséfone", le ordené.
- Vamos Perséfone, Hades lo resolverá todo.- Éaco trató de atraerla hacia él en vano.
- ¡Hades Hermes está donde está por mi culpa, es justo que lo ayude a salir de esto! - Protestó esquivando al juez del inframundo.
Que terca era, podía ver el agotamiento en sus ojos y aun así estaba parada aquí frente a mí protestando para salvar a un sinvergüenza mentiroso como Hermes.
- Sabes que no vale eso, lo traeré de regreso y fin de la historia.
- No, me voy contigo Hades.- ratificó.
La miré y le di la espalda con la esperanza de hacer que se rindiera.
Debatir nunca ayudó.
- No te atrevas a darme la es