Por Evelyn
No me reconozco ni yo, porque me casaría con él, ya mismo, pero no puedo permitir que se distancie de su familia y pierda su trabajo.
-No quiero que nos separe nada.
Me asegura Benicio.
Se acerca el camarero preguntando si queríamos algo más.
Benicio abona la cuenta y tomándome de la mano, me dice que mejor terminemos la conversación en su casa, que íbamos a estar más tranquilos
-Tengo que ir a la facultad.
-¿Podés faltar?
-Sí…
Llegamos a su casa, nos acomodamos en los sillones más próximos a la puerta, tenía dos sillones de tres asientos y dos de un asiento, nos sentamos enfrentados.
-Eve, nunca fui un hombre celoso, no soy inseguro, solo que no termino de digerir que hayas vuelto con mi primo.
-Ya te expliqué porque lo hice.
-Lo sé y te entiendo.
-No lo entendés, yo también puedo pensar que ella te besó y no estoy hablando de la boca y en este año, no me animo ni a preguntarte con cuantas chicas lo hiciste.
-Tenés razón, lo hice con muchas y en cada una de ellas te buscab