Por Evelyn
Al llegar a casa, Benicio no me dejó dar un paso, me abrazó con fuerza, jurando su amor y su fidelidad.
Ya sabía que había sido solo una mentira más de Patricia, lo que sucedió es que la dijo en el peor momento.
Y nos volvió a humillar.
A Isa y a mí.
Entiendo, porque algo llegué a escuchar, que Benicio le dijo de todo.
Ahora en casa, él no dejaba de besarme, estaba desesperado.
Sus manos comenzaron a acariciarme, con pasión, descontroladas.
Terminamos haciendo el amor, desbordados por la pasión e invadidos por un fuego interno que nos consumía.
Luego de terminar, Benicio no me quería soltar.
Me había extrañado y tenía miedo de que creyera en las palabras de Patricia.
Esa mujer no nos va a separar nunca más.
Nos separamos cuando huelo a quemado, entonces, Beni, fue a apagar el horno y pidió una pizza.
Charlamos bastante durante la cena y me pidió que lo ayude con unos documentos.
Descubrí algunas incoherencias, fechas adulteradas y hasta su firma falsificada.
Al día siguient