Por Evelyn
Cuando llegaron los novios, todos vieron como nos abrazamos Isa y yo.
Es mi amiga.
Este último tiempo somos más cercanas que nunca, dejamos de lado la competencia infantil.
Ella sabe que yo di la vida por su hijo, eso es una muestra pura y sincera de amistad, también sabe cuánto amo a Benicio.
Antes de volver a nuestra mesa, Benicio, me tomó de la mano y juntos fuimos a saludar a sus padres y sus tíos y por supuesto, a los padres de Patricia.
Pocas veces me sentí tan incómoda como cuando me miró la madre de Patricia, no entiendo, yo no les hice nada.
-Por favor vengan a saludar a los padres de Evelyn.
Les dice Benicio a sus padres.
Su padre se para inmediatamente y le da la mano a su esposa, para que se pare, ella duda.
-No te olvides que me caso en dos meses.
Le dice Benicio y yo estoy más incómoda a cada momento.
La señora se para con una sonrisa, que de sincera no tenía nada.
-¿Ella también está embarazada?
Pregunta la madre de Patricia.
Fue tan desubicada que hasta los