El cebo había sido tomado.
Eleanor y Christian intercambiaron una mirada cómplice.
Christian parpadeó y comenzó a tender la trampa astutamente:—Tía, ¿y si conoces a Al y descubres que no es tan buena como imaginabas? ¿Qué harías?
—Es Al, ¿cómo podría no ser buena? —Bianca respondió sin pensar.
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