Capitulo 16. Amanecer lluvioso
Sus pies estaban congelados, ¿Por qué los tenía tan entumecidos? Se pregunta la pelinegra mientras se remueve en la cama, de pronto, siente un bulto tibio a su lado lo que la hace abrir los ojos de par en par.
Ofelia observa a un Adriel bien dormido y acurrucado junto a ella; de hecho la estaba abrazando como si ambos fueran bastante íntimos. Las mejillas de Ofelia se encendieron al instante, y en seguida se preguntó, ¿Qué demonios había pasado la noche anterior?
Pestañea, y de la nada, lleva la mirada hacia la ventana. Afuera seguía lloviendo, y parecía que seguían estando sin electricidad. Entonces, recordó los estúpidos truenos. Les tenia pavor, no los soportaba, cada vez que llovía muy fuerte era Gabriela la que estaba a su lado en momentos como ese.
Pero su rescatador había sido Adriel, la joven observa detenidamente las facciones de ese hombre y siente como su corazón retumba su pecho. Moría de ganas por acariciar su rostro, pero sabía que si lo hacía, podía despertarlo. Era muy