Recibiendo a Liliana y Nicolás, Ximena los llevó al coche. Ximena estaba a punto de preguntar por Leo, pero Liliana habló primero.
—Mamá, hoy Leo no vino a la escuela. Mi hermano y yo preguntamos a un compañero, y dijo que Leo tampoco vino ayer.
Ximena preguntó:
—¿Él les envió un mensaje diciendo a dónde iba?
El teléfono estaba con Nicolás, quien negó con la cabeza:
—No, Leo no envió ningún mensaje. Solo nos dijo 'Feliz Año Nuevo' en Año Nuevo.
Ximena bajó la mirada, ¿a dónde podría haber ido Leo? ¿Alejandro se enojó ayer y lo transfirió de escuela?
Ximena sacó su teléfono y le envió un mensaje a Leo:
—Leo, ¿te cambiaste de escuela?
En ese momento, en el hospital, Leo, debido a varias veces de vómitos, no tenía fuerzas para abrir los ojos. Su pequeño rostro estaba tan pálido que no tenía ningún rastro de color, y toda su persona estaba en un estado confuso.
Cuando sonó el teléfono, Leo solo frunció el ceño ligeramente, sin fuerzas para abrir los ojos y mirar.
Alejandro escuchó el so