Capítulo196
Renata tenía una apariencia que parecía tener alrededor de treinta años, aunque su edad real no estaba clara. El término—tía— encajaba bien. Cuando Renata preguntó si se estaban refiriendo a ella, Liliana respondió con una inclinación de cabeza. La niña explicó que no podía llamar a su madre—tía—porque solo estaban su madre y Renata en la casa. Renata se rió y dijo que le gustaba cómo sonaba el término—tía.

Luego, Renata se agachó frente a los tres niños y les pidió que la llamaran—tía—una vez más. Liliana y Nicolás lo hicieron con entusiasmo, pero Leo, quien todavía era un poco tímido, se mantuvo en silencio. Ximena no lo presionó, ya que sabía que el niño estaba pasando por problemas emocionales y algunas cosas no podían forzarse.

Mientras los niños jugaban con Renata, Ximena continuó ocupándose en la cocina.

En otra parte, en una casa en las afueras, Alejandro estaba sentado en un sofá con los ojos rojos y una mirada sombría, mirando fijamente a su fila de guardaespaldas. El suelo
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