En su mente, Alejandro no podía negar una cosa: Ximena era realmente hermosa.
Pero una mujer con tal apariencia no era imposible de encontrar.
¿La futura esposa?
Alejandro sonrió irónicamente en su interior y pensó que sus sentimientos por ella aún no habían alcanzado ese nivel.
Tres días después...
Los vuelos ya se habían restablecido en el aeropuerto, y con la ayuda del gobierno, el pueblo comenzaba a reconstruirse. La casa de Zacarías estaba intacta, así que Ximena dejó a Liliana bajo su cuidado con tranquilidad y junto con Alejandro abordaron el vuelo de regreso a Reinovilla.
Tras cinco horas de vuelo, finalmente llegaron a Reinovilla. Tan pronto como Ximena y Alejandro salieron del aeropuerto, vieron a una figura familiar parada en la entrada.
Al verlo, Ximena se sorprendió y lo llamó:
—¿Damián?
Al escuchar a Ximena, Alejandro siguió su mirada y vio a Damián.
Damián se giró hacia ellos y sonrió levemente.
—Finalmente, te he encontrado de vuelta —dijo.
Estas palabras hicieron que A