21
Noah.
Era la primera vez en toda mi vida que no me molestaba que una chica estuviese celosa, no cuando se trataba de ella, que me demostraba lo mucho que le importaba, además de lo asustada que estaba con todo aquello, pero parecía que, a pesar del miedo, quería aferrarse a lo que teníamos.
Estábamos en la cocina, preparando un rico salmorejo. Ella llevaba puesta mi camiseta, sin nada debajo, bailando al ritmo de una canción electrónica, con ese culito que me volvía loco.
<