X

El señor, según las doncellas encargadas del aseo, descansaba en una alcoba muy lejos de su mujer Y luego durante el día apenas si se veían. ¿Quién tendría la culpa? Ella, la señora, era una monada de mujer y él, el señor, un hombre elegante y atractivo. Kay, ajena a los pensamientos de su doncella, terminó su tocado y bajó al vestíbulo. El taxi esperaba ya y subió a él temblándole un poco las piernas. Entró en la clínica a las ocho en punto. Nadie encontró a su paso. Mejor. Detestaba a la secretaria de su marido y prefería no verla. Greg, envuelto en su bata blanca y pasándole un brazo por los hombros, la condujo hasta el consultorio.

—Qué blanco está todo —sonrió ella aturdida.

—¿Nunca has estado aquí?

—Es la primera vez.

—Ya. ¿Quieres un

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App