Adam
¿Qué demonios pasó?, me pregunté luego de ver salir a Gea, con ese caminar tan altivo y esa mirada de reto en sus ojos.
He estado fuera de Hawái, por mis compromisos en Estados Unidos y Europa, como ha cambiado en estos tres años que no la veía, y vaya que se ha transformado. Esta nueva mujer, completamente apasionada y sensual no me lo esperaba.
Aún tengo su sabor en mi boca, cuando me acerqué a ella quedé fascinado por la expresión de sus ojos verdes esmeralda y del cómo entreabría los labios en una invitación inconsciente. No me pude resistir, sus labios son toda una tentación, y me impresionó aún más su apasionada respuesta, estrecharla en mis brazos, sentir como su cuerpo encajaba perfectamente con el mío, toda una revelación.
Siempre he estado consciente de su en