Eso me hizo sentir un poco más tranquila.Antes, aunque nos llevábamos bien, lo nuestro no pasaba de ser una relación laboral.
Entre socios siempre hay que mantener la cortesía, nada más.
Pero volverse parte de la familia ya es otro nivel.
Adam es hijo único, su familia está bien económicamente, y esta es la primera vez que se va a casar.
Mientras que yo, ya estuve casada antes.
La forma en que sus papás me trataron me hizo pensar que casarme con él era una gran decisión.
Tenemos un estatus parecido, nos va bien con el dinero, nuestras costumbres son parecidas y nos conocemos bien.
Todo eso me dio más seguridad. Ya no debía pensar en más, solo esperar al lunes para ir al registro civil.
Le conté a Mila que iba a casarme con Adam.
Y comparado con la idea de que me casara con cualquier otro hombre, a ella también le pareció una mejor elección.
Aunque siempre quiso que soltara a David por completo, cuando le dije que quería formar una familia, no pudo evitar preocuparse.
Tenía miedo de que