Benoit era un hombre brutal, todo el mundo lo sabía. Si se enterara de que eso de haberle salvado la vida fue una mentira, no solo perderían su confianza, ¡también podrían perder sus vidas!Él no creció con los lujos que ellos tuvieron. Perdió a sus hermanos y a sus papás cuando era joven, y con pura garra se abrió camino entre gente peligrosa y mala.
No es un buen tipo. Es despiadado y desalmado.
A los que considera enemigos, los aplasta como cucarachas.
Todos ahí estaban rogando por dentro que no hubiera escuchado lo que acababan de decir.
Pero...
Con esa vibra letal, ¡sí lo escuchó!
El asistente de Fiorella reaccionó de inmediato, volteándola a ver con terror.
Fiorella, al notar esa mirada, sintió una rabia tan fuerte que casi quiso borrarlo del mapa.
Algo tan delicado, que jamás le había contado a nadie, y él con su bocota, en este lugar, en este momento.
¡Y justo Benoit lo escuchó!
Si no fuera porque ese asistente era alguien que había entrenado ella misma, habría creído que lo hiz