Capítulo 320
Pero no se esperaba algo así.

Su esposa, Fiorella, era tan cruel que, con tal de hacerle daño a alguien, hasta fue capaz de usar a su propio hijo.

Apenas hizo salir a Rita, la muchacha que siempre la seguía como sombra, David se acercó y dejó el informe médico justo frente a ella.

Como ambos sabían perfectamente con quién trataban, no se molestó en dar vueltas. Solo dijo:

— Tienes que quitar la denuncia.

Fiorella bajó el tazón que tenía, se limpió la boca con calma y preguntó:

— ¿Y por qué?

David, al ver que no se quebraba ni un poquito, respondió:

— Porque tú misma sabías que el bebé venía mal, no lo querías tener, y lo usaste para armar esta escena y meter en problemas a mi esposa. Ella no te empujó.

— Además, tú sabes muy bien que yo no soy tu esposo. Soy el de ella.

Fiorella lo miró fijamente.

Y justo cuando David empezó a incomodarse por cómo lo miraba, a ella se le empezaron a salir las lágrimas.

Se veía tan triste, tan destrozada, que hasta David, que llegó ahí con toda la deter
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