47. Hablar/ Confundido.
— Antes de que se vaya, necesito hablar con usted, muchachito. — La voz de Pepper resonó en la cocina. Sentada en la vieja silla de madera junto a la mesa, su bastón golpeaba suavemente el suelo. A pesar de su ceguera, había notado la presencia del joven.
Thomas se detuvo junto a la puerta, con un pie fuera de la casa y el otro aún en el interior.
— ¿Qué quiere? Estoy tarde para el trabajo.
— Esto no tomará más de un minuto. — Su tono era tranquilo, pero había algo firme, casi autoritario, en él.
Con un suspiro exasperado, Thomas volvió a entrar.
— Muy bien. ¿Qué quiere decirme?
Pepper inclinó la cabeza ligeramente, como si pudiera verlo, a pesar de la oscuridad perpetua de sus ojos.
— Thomas… — Empezó, golpeando ligeramente el suelo con el bastón. — ¿Leyó el mensaje que le dejé ayer?
— Sí, lo leí. — Thomas cruzó los brazos, incómodo. — Pero no entiendo por qué ese cambio tan drástico en el plan.
— Es sencillo. — Pepper sonrió de manera inquietante, sus dedos aferrándose al bastón.